Por qué susurro a mi hija 1 minuto cada día

Por qué susurro a mi hija 1 minuto cada día

Los seres humanos guardamos, para muchas de los momentos mágicos de la vida, esa costumbre de exhalar aire despacio, asociando respeto-espiritualidad-intimidad o secreto al susurro

Y pedimos deseos, soplamos velas que decoran tartas, nos contamos secretos, jugamos a hacer magia o rezamos -en todas las lenguas conocidas, a todos los dioses conocidos- susurrando.

Por qué susurro a mi hija

Hace poco escuché a Albert Espinosa -promocionando su nuevo libro- cómo contaba que había decidido susurrar a sus sobrinas y contarles que serían lo que ellas quisieran ser, que son especiales… Y ya cuando le ven llegar son ellas las que se lo piden.

Y eso es exactamente lo que he empezado a hacer yo.

Lo hago a cualquier hora…

al volver a casa dejando atrás el tráfico y las prisas, al salir del baño y peinarla despacio, al irnos a dormir entrelazando las manos en la oscuridad

Y al principio ella no entendía mucho qué pasaba, a veces se quedaba y otras no… pero ahora (sobre todo en ese momento compartido de noche) me dice:

-Mamá… ¿hablamos?

Y es música para mis oídos que a sus tres añitos quiera pasar tiempo conmigo, contarme sus pequeñas cosas, que quiera escuchar todo lo que quiero decirle antes de que sea tarde, porque no estará ahí para siempre: naturalmente un día se irá…

Pero antes espero contarle:

  • que ha venido a cambiar la vida de un familia entera y en concreto una vida, la mía…
  • que espero que sea simplemente feliz, que no quiero que impresione a nadie, que no persiga metas ajenas en un mundo gris de apariencias…
  • que siga su instinto, ese indicador que no suele equivocarse porque es la forma en que tiene de hablarle el corazón…
  • que para defenderse no hace falta atacar, que no haga daño deliberadamente a nadie,
  • que viaje cuanto pueda, que vea otras caras, escuche otras voces y sus manos noten que la vida no es igual de suave según las coordenadas norte-sur-este-oeste…
  • que si un día tiene el privilegio de cuidar a otro ser humano… le susurre mientras esté a su lado… y le diga lo maravilloso que es amar y ser amado.

Por qué susurro a mi hija 1 minuto cada día

…Un abrazo y gracias por estar ahí.

 *Dejo la conversación de Espinosa en La2 por si a alguien le parece tan interesante como a mí: